martes, 13 de noviembre de 2012

Traslación

Disculpe, ¿Me puede decir qué hora es? Son las 30:52 MP. Bienvenido.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Des-metamorfosis

Cuando una cucaracha se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre el húmedo piso convertido en un monstruoso humano.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Haikus


En la mañana
Camina un silencio
a cuentagotas.

Exactly on time
to see your smile on the air
while I whisper  "shine!"

jueves, 6 de septiembre de 2012

Mancha




Juan había terminado de limpiar el auto. Pero una mancha rojiza quedó en la parabrisa, justo del lado del conductor. Estaba, supuestamente, en un lugar que no molestaba. No podía sacarla por ningún medio, asi que Juan la dejó donde estaba. Manejó ese auto por varios años y esa mancha en el parabrisa del lado del conductor permanecía ahí.

Un día Juan salió apurado hacia el trabajo. Corrió hacia su auto, y arrancó; olvidándose de ajustarse el cinturón. Estaba saliendo tarde, muy tarde. Vivía en las afueras  y tenía que viajar mínimo una hora antes de llegar a la ciudad. Tenía que estar a las nueve y ya eran las nueve menos cuarto. En diez minutos llegó a la autopista. Mientras avanzaba entre las filas de autos, se acordaba de los puntos mas importantes sobre la ponencia que debía dar sobre las posibilidades de duración indefinida de las pinturas comerciales. Así ganó su auto esa mancha en el parabrisas, justo arriba del asiento del conductor.

Varios años estuvo para encontrar una forma de hacer durar pintura por tiempo indeterminado. Su garage también era su laboratorio. Meses mezclando componente tras componente hasta dar con el porcentaje adecuado de sustancias que facilitaban que la pintura quedara casi dentro de la pared. Que cada poro de cemento pasara de un gris a cualquier color. Hasta había roto varias pedazos de pared del garage y había  visto como ese pedazo tenía un color verde o rosa o violeta, como si el cemento ya hubiera sido hecho con ese color. Sabía que el tras el proyecto iban a estar varias compañías multinacionales llamándolo, interesados en comprarle la patente del invento. Pero primero tenía que mostrar su hallazgo al mundo. Oportunidad que le llegó al quedar seleccionado para dar una ponencia  hace exactamente una semana. Por lo que salió apurado del auto, para exponerla.

Bajo de la autopista hacia una de las avenidas principales de la ciudad; ya eran casi las nueve y veinte. Estaba llegando tardísimo a la ponencia. Apretó el acelerador del coche llegando casi al límite de velocidad y a veces hasta llegaba a pasarlo. Tenía que restar un poco más de atención, no fuera a ser que se diera un palo contra un poste de luz o contra otro auto. Se imaginaba a su jefe, a decir verdad, se imaginaba su cara de culo cuando lo viera llegar cuarenta minutos tarde.

Lo que Juan no se imaginó, era que la mancha le tapó un semáforo en rojo cuando iba a casi setenta kilómetros por hora. Cuando se dio cuenta, una camioneta lo chocó de costado. Mientras el auto daba varios trompos, lo único que se le vino a la mente antes de quedar inconsciente fue: ¡Puta madre! ¡Por qué no saqué la mancha del parabrisas?







jueves, 23 de agosto de 2012

Espan glish


No quiero                      

an awkward silence

que escape                

through time and space

una sonrisa                      

that maybe is not what it looks like

que queda totalmente transfigurada      

perhaps, it is a beam

mientras adivino  lo que quiere decir                         

lost completely in translation.

martes, 26 de junio de 2012

lunes, 18 de junio de 2012

Es estar envuelto
en negro y blanco
corriendo en círculos
sin saber que hacer

Es estar atrapado
en un gris eterno
perdido en miles de curvas
que se cruzan

Pensamientos en burbujas
que crecen y explotan
al mil por millón
mientras las ideas vuelan

Es estar aturdido
entre miles de estrellas
entre miles de nébulas
entre miles de personas
Sin cara.

martes, 15 de mayo de 2012

Caldo



                Una caracola atravesaba la playa. Avanzaba lentamente entre la arena pálida de un mayo gris plomo. Tenía que llegar a la escollera, a una cueva húmeda y oscura para descansar. Mientras se arrastraba usando sus ventosas, la espuma del mar la acariciaba con un frío sordo e inmisericorde. Pero ella continuaba. Tenía que alcanzar la escollera. Tenía que llegar a ese refugio soñado, a su paraíso de humedad y escarcha.
El viento dio paso a gotas de lluvia. Gotas que repiqueteaban como un tambor en el caparazón de la caracola. Tenía que apurarse porque sino el viento y la lluvia la iban a devolver al mar. Y estaba cansada de estar en el mar. En este punto,  revolviéndose intempestivamente. Ya no acariciaba a la caracola con su espuma fulgurante, sino que la atormentaba con su frío y su sal. La caracola empezó a mover sus ventosas un poco más rápido, se apretaba con mucha fuerza a cada gramo de arena que tocaba.  Continuar a toda costa para llegar a su cueva en la escollera. El mar hacía todo lo posible por sacarla de su curso, pero la caracola continuaba, indemne, su marcha hacia la cueva.
                Tras batallar por varios minutos, el mar calmó. La caracola vio un pequeño hueco en el cielo plomizo de mayo.  Un azul cielo junto a un amarillo sol empezaban a iluminar la pálida arena de la playa. La caracola estaba por llegar. La victoria estaba asegurada. Cada centímetro que avanzaba la acercaba cada vez más hacia su santuario, su propia cueva en la escollera.
                Al llegar a unos pasos de la escollera, la caracola siente elevarse. “Papá, papá, para hacerla en la sopa. Dale, hay que llevarla, que tengo mucha hambre.” La caracola vio la escollera por última vez, para esconderse dentro, muy dentro, de su caparazón.

martes, 17 de abril de 2012

Marejada


Recuerdo el atardecer que te encontré, parada, en un médano, en una playa lejana. Estabas ahí, con tu pelo suelto, enrulado, mirándome a través de tus anteojos. Me miraste con cierta timidez, para luego esbozar una sonrisa. Me acordé del final que tuviste que dar y luego de un apenas audible “hola” te pregunté como te había ido. Me dijiste que todo anduvo bien y me agradecías por la ayuda que te había dado. Te noté algo cansada, y me acuerdo que te sugerí que nos sentáramos y contempláramos por un rato la caída del atardecer. Entre movimientos automáticos, nos sentamos.
            El sol bajaba mientras trataba de romper el hielo. Traté de buscar un tema en común y la facu volvía una y otra vez como último recurso. Recuerdo que me diste algunas correciones sobre un escrito que te había mandado. Tenía muchos errores pero eran arreglables. Me podrías haber dicho que era lo peor que habías leido, pero no me iba a importar. Te había encontrado, parada, en un médano, en una playa lejana, y habías esbozado una tímida sonrisa, mientras tu pelo enrulado se mecía con el viento y me mirabas a través de tus anteojos.
            Recuerdo cuando bajamos, ya un poco más sueltos, y caminábamos por la orilla. Me contabas que te querías ir de tu casa porque no te bancabas a tu vieja, demasiado conservadora, demasiado cuida. Yo, queriendo que hagas eso y mucho más, te aconsejaba que lo hicieras, asi me iba con vos a cualquier lado. No importaba donde. Tal vez cerca de acá, tal vez en otra país o la quinta dimensión. Como dije hace una línea atrás, no importaba.
            Recuerdo cuando ya se hacía de noche y te tuviste que ir. Me dijiste que te había gustado que te hiciera compañía y compartir esas horas conmigo. Y querías hacerlo de nuevo. Yo, encantado, te dije que sí, que cuando quieras lo podíamos volver a hacer. Te acompañé a la parada del colectivo y con un beso en la mejilla y un chau nos despedimos.
            Pero lo que más recuerdo, es que esto nunca pasó. Te confundí con otra chica que encontré, parada, en un médano, en una playa lejana.

martes, 3 de abril de 2012

Incomprensión


Se veía, todas las noches, un cellista tocando en su balcón. Al principio, muy poca gente se juntaba a verlo. Solo grupos de cuatro o cinco personas. A medida que se sucedían los días, semanas y meses, mucha más gente se agolpaba cerca de su balcón para oírlo tocar. Él siempre tocaba la misma pieza: la Suite Nº1 de Bach. Al contrario de los demás músicos que la interpretaban con notas rápidas y cortantes, este cellista lo hacía más despacio, subiendo y bajando la velocidad a placer.
            Mientras más tocaba la Suite, más gente venía a verlo. A muchos les gustaba escuchar música clásica e iban, aunque el cellista solo tocara la Suite Nº1 de Bach para Violoncello en Sol Mayor. La gente disfrutaba de su interpretación. Muchos avezados conocedores lo comparaban con Mischa Maisky y algunos se atrevían a decir que superaba con creces a Rostrópovich. A otros poco les importaba si la tocaba mejor que esos dos famosos intérpretes. Muchos volvían cansados del trabajo y encontraban en esa música un poco de tranquilidad antes de volver a sus casas.
            Lo empezaron a filmar y a subirlo a Youtube. La interpretación de este cellista tocando en su balcón superaba tranquilamente el millón de reproducciones. De todo el mundo comentaban y planeaban para ir a verlo tocar en vivo, aunque solo tocara la Suite Nº1 para violoncello de Bach. Esto tuvo repercusiones en varios medios del mundo. Todos alababan a este gran músico, que hasta ese momento, nadie sabía su nombre, apellido o algún dato referido a su vida. Él solo tocaba la suite Nº1 de Bach todas las noches. Y a la gente le encantaba.
            Luego de varios meses, la fama de este era tal que tenían que cortar varias calles para que la gente lo fuera a escuchar. Todos esperaban expectantes que tocara lo que habían estado esperando por varias horas. Él músico salió, se sentó y arrancó con el primer movimiento de la Suite: su preludio. Luego continuó con el allemande, courante y el sarabande. Lloraban de emoción los que estaban cerca de ese balcón. No podían creer que tanto talento saliera de ese pequeño balcón. Al terminar el Gigue, el violoncellitsta se levantó. La gente rompió en aplausos y esperaron a que dijera algunas palabras. Él solo atinó a mirar hacia a la calle para encontrar algún hueco entre la gente y se dispuso, rápidamente, a tirar el cello por el balcón. Luego dio media vuelta, y entró a su departamento.

miércoles, 7 de marzo de 2012

La historia del pájaro



            Mi historia empieza en una jaula. Conocí el estar afuera de una mucho tiempo después, cuando me pude escapar. Pase de jaula en jaula los primeros años de mi vida. Primero  en exhibición en varios lugares donde me ofrecían por cinco pesos. Luego en un departamento de dos ambientes en una gran ciudad. Vivía muy tranquilo en ese lugar. El comedor tenía una mesa, un placard empotrado, frente a el un televisor y a su izquierda una ventana que daba a una gran toma de aire. A la izquierda de la puerta de entrada, estaba la cocina. Y en una de sus ventanas estaba yo, en una jaula. A la derecha de la puerta de entrada había un pasillo con puertas que nunca supe adonde iban. Ése era mi mundo. Un mundo con el que convivía con un matrimonio y un hijo. Al señor lo veía poco y nada. Lseñora estaba casi todo el día en la casa, junto con el nene. El nene era un chico bajito de pelo castaño, corto, de ojos marrones y nariz un poco respingada. Caminaba con unos zapatitos negros, que a veces molestaba a las señoras que vivían unos pisos mas abajo. Era un chico muy tranquilo, que le gustaba que le contaran historias. Le gustaban los cuentos clásicos: alguna adaptación de las Mil y Una Noches como Alí Babá y los Cuarenta Ladrones, Pulgarcito, Hansel y Gretel entre muchos, muchos más. Le gustaban tanto, que a pesar que no sabía leer (me daba cuenta por que algunas veces no entendía lo que estaba en la tele) hacía que leía sus cuentos para el estupor de sus familiares. Si no estaba haciendo que leía, miraba la televisión. Un vecino le traía unas cajitas rectangulares negras, que luego me enteré que se llamaban cassetes, que colocaba en otra caja rectangular negra, que luego supe era una videocasetera. Se pasaba horas mirándo esos videos. A veces eran dibujos animados, otras veces miraba a un señor cuya destreza era mover una esfera que se ustedes llaman pelota y pasar a otras personas hasta que la pateaba y entraba en algo que se llamaba arco. El nene se emocionaba cada vez que las redes que había en ese arco se inflaban. Sino se entretenía con una máquina roja y blanca. Otra cosa por la que estaba varias horas frente a la televisión. Me quedaba viéndolo jugar con una persona que crecía y se achicaba con un hongo y atravesaba miles de obstáculos para rescatar una mujer. En otro juego, iba con un personaje vestido solo con un taparrabo, también para rescatar a una mujer. Por lo demás, era un chico bastante tranquilo.
  

viernes, 17 de febrero de 2012

Mientras cierro el espejo
se abren otros tantos yo
¿Qué habrá en esas vidas?
¿Pensarán todos igual?

Mientras cierro el espejo
mis otros yo despiertan
se miran. Me miran
para buscar resoluciones,
para intentar descifrar quienes son

Mientras cierro el espejo
mis alter-egos aparecen
buscando escapar, tal vez
y transmutarse

Mientras cierro el espejo
mis doppelgängers se asoman
mejor los mato, que no vivan
que queden en un encierro eterno


miércoles, 8 de febrero de 2012

Sentencia


Camino en el parque al sol, mientras las hojas se mecen en armonía. En un banco, una persona. Una persona entrada en años, pero que parecía más joven. Una persona sin género, que esperaba. No se a quien o que esperaba, asi que decidí acercarme.
-Lo estaba esperando, dijo tranquilamente.
-¿A mí?
-Si a usted.
No entendí el hecho de usar esa solemnidad.
-¿Sabía que iba a estar aquí?
-Lo estuve esperando todo este tiempo. Siéntese.
El viento arremolinaba mi pelo mientras encontraba un espacio para sentarme. Era una mañana cálida de domingo, como tantas otras mañanas cálidas de domingo.
-Vengo a buscarlo
-¿Por qué?
-Usted está imputado en un crimen.
-¿El qué?
-Sí, lo que escucha, y me va a tener que acompañar.
-Déjeme ver su placa, esto es un atropello.
-No la necesito. Todo esta hecho.
Me sentía en un relato kafkiano. Un Josef K en pleno siglo veintiuno. Un loco diciéndome que me tiene que llevar no se adonde porque me imputan de un crimen. El mundo esta loco.
-¿Y qué pruebas tienen en mi contra?
- Lo sabrá a su debido momento. Por eso tiene que acompañar.
El viento comenzaba a hacerse mas fuerte. ¿Qué era lo que estaba pasando?
-A usted no lo acompaño a ningún lado. ¡Qué atropello a todos mis derechos!
Derechos que perdió al cometer ese atroz crimen.
-¿¡Qué crimen!? ¡Si no cometí ningún crimen!
-Ah, no se acuerda.  Déjeme que lo haga por usted. Iba por una avenida, sintiéndose poderoso. Había matado a un hombre. Se creía poderoso, inmortal. Había ganado un buen dinero por ese trabajo.
De a poco esas imágenes se iban haciendo más claras en mi cabeza. Pero no, no podía ser, no tenía ningún arma.
-Que no tenía ningún arma. Tóquese el bolsillo del pantalón.
Un pequeño revolver. La cara del que tenía que matar pidiendo clemencia. Dos tiros. Dos fogonazos. Una vida que se apagaba. Una luz me despierta. El fallo en mi juicio ha sido dictado: muerte. Era el día de mi ejecución.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Me voy un rato

Me voy un rato
solo un rato.
Tranquilo busco
un despertar

Adormercer
hasta no ver nada
hasta no ser nada
solo dormir

Es estar en un limbo
antes del big bang
antes de que el tiempo
sea tiempo

Hasta que se crea
se transforma
se ilumina
se despierta

martes, 24 de enero de 2012

Frases con Haiku

Si las palabras bastaran
para hacerte ver
la caída del cerezo en primavera
la luna brillando en el cielo

Si las frases bastaran
para entrar en tus sueños
y verte viva, alegre
mirándome

Si mi habla bastara
para entrar en vos
y sentirte
y ser

Es verte viva
Caminando en el sol
con tu sonrisa

martes, 17 de enero de 2012

u there??

¿Estás ahí?
tu mensaje perdido
en la telaraña de redes
como un eco

¿Estas ahí?
No, no lo estoy
llegué tarde
no pude contestar

Estaba perdido tal vez
buscándote en otro lado
pensando
haciéndote otra pregunta

¿Estas ahí?

jueves, 12 de enero de 2012

Previously... "“Que fresco ¿No?” Me quedé mudo. No sabía que los animales hablaran."
“Sí, hace bastante frío” Traté de seguir de alguna manera la conversación, que no sería la última que tuviera.
“No te hagas drama. Por acá es de hacer estas bajas temperaturas”
“Pero, ¿Cómo hiciste para aprender a hablar?” No lo pude evitar.
“Eso es lo más fácil. El drama aparece cuando hay que leer entre líneas. Ahí la cosa se complica. Fácil es decir quiero un kilo de milanesa de bola de lomo. O la puta, se rompió el tele, ¿Cuál era el número del técnico? Eso no es nada. Pero cuando ustedes quieren, por ejemplo, conquistar a lo que ustedes llaman “mujeres”, se me hacía dificil comprenderlos. Eso de responder condescendientemente, haciendo que las escuchan atentamente cuando en realidad estan pensando por cuanto ganó su equipo de fútbol, basket, de badminton era algo que me sorprendía. A veces veía y escuchaba a personas que salían de un cuadrado prometiendo felicidad a cambio de objetos raros para mí, que me parecían sospechosos pero que igual ustedes querían tener a toda costa. Eso fue dificil”.

            ¿Querés que te cuente mi historia?

martes, 10 de enero de 2012

Una carta

Tus escritos son relámpagos
que aparecen de repente en el medio de la noche
mientras duermo, mientras sueño
que estás al lado mío

You  come and go
snatching dreams and desires
pickpocketing hopes and  fantasies
till the sun shines and opens my eyes

Perdido te busco
en frases sueltas, en símbolos modernos
sabiendo que tarde o temprano
llegaré

You just wait.
Wait and you'll see.
I'll disguise as the postman
with a letter that says

"I'm here"

lunes, 2 de enero de 2012

Sueño


Feliz año!

Duermasé bonita
piense que va a perseguir mil mariposas
corretear de un lado a otro
sin destino, sin lugar

Duerma sin cesar
sueñe que va a buscarme a la cama
saltando para llamar la atención,
para que yo la acaricie

búsqueme en laberintos
para que al final
solos, los dos
podamos jugar

Duermasé bonita
piense que va a perseguir mil mariposas
corretear de un lado a otro
sin destino, sin lugar

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